Una de las frases que más oigo en los últimos días es: ``No
me salen los entrenamientos, no se que me pasa... ´´.
Para los que hemos decidido correr un maratón en otoño, en
mi caso el de Valencia, el mes de agosto no es sinónimo de descanso, sino de
entrenamiento. Está claro que ni el kilometraje ni la intensidad van a ser como
en septiembre o en octubre, pero bien es cierto que estamos totalmente metidos
en harina.
No os quiero soltar una parrafada de datos, de cómo el calor
afecta al atleta, ni cómo nos puede afectar el porcentaje de líquido que perdemos
en cada entrenamiento, si queréis saber datos de ese estilo sólo tenéis que
buscarlo en la red y os aparecerán un
montón de estudios al respecto.
Yo os voy hablar de mi
experiencia al respecto como atleta y entrenador.
Seguramente todos conocemos a alguien a quien los
entrenamientos en verano le salen bien a pesar de las condiciones climáticas,
pero a la gran mayoría que entrenamos en la ciudad de Valencia, el calor y la
humedad nos afectan mucho.
Recuerdo perfectamente que el verano de 2011, en estas
mismas fechas, no conseguía sacar ningún entrene a la perfección. Al principio
pensé que algo estaba haciendo mal, pero
decidí no hacer caso al crono ni a las sensaciones, tenía claro que lo que
estaba haciendo era lo correcto. Durante todo el mes competí fatal, no me salió
ningún entrenamiento al ritmo que me había marcado. Aun así me mantuve firme. No
os voy a engañar, en algún momento llegué a pensar que estaba tirando todo por
la borda.
En septiembre dos cuartos de lo mismo, recuerdo un largo
rodando a 4´30´´ en el que iba totalmente muerto.
Las competiciones me empezaron a salir un poco mejor, lo que
me sirvió para recibir un poco de feedback positivo y seguir con la motivación
en los entrenamientos, pero los entrenes seguían igual de mal.
Llegó octubre y las temperaturas, aunque no mucho, bajaron.
A partir de ahí empecé a notar que en los rodajes podía correr de 10 a 20 segundos más rápido
por kilómetro; con las series pasó lo mismo, no tenían nada que ver con las de
agosto o septiembre. Todo parecía que iba cogiendo forma.
Unos días antes de la media maratón de Valencia, las series
y los rodajes salían mejor de lo que me había programado para esa fecha.
Estaréis pensando: “toda esta parrafada... ¿para qué?”.
Os cuento esto para que todos los que estéis preparando el maratón
sepáis que las condiciones climatológicas nos pueden afectar mucho, no me canso
de repetirles a mis atletas que mantengan la calma, que es normal que no salga
nada con tanto calor y humedad.
Escuchar vuestro cuerpo y cumplir con los kilómetros, pero no os preocupéis
si los ritmos no os salen tal y como los teníais marcados.
El maratón es una prueba donde no se puede alcanzar la
excelencia en cada uno de los entrenamientos, el truco para los 42 kilómetros está en
acumular entrenamientos correctos y no perder kilómetros ni días de
entrenamiento por hacer burradas.
Me he decidido a escribir este post porque yo mismo estoy
ahora haciendo entrenamientos por debajo de mis expectativas, pero soy consciente
de que si cumplo con los kilómetros y consigo encadenar día a día un entrene
detrás de otro, cuando llegue el día todo saldrá.
Ir con cuidado, el maratón se corre en noviembre, no en septiembre
ni en octubre. Así que estar atentos a las señales que os envía el cuerpo y no tengáis
prisa por coger el punto de forma, si vuestro entrenamiento está bien estructurado
estar tranquilos, que los tiempos y las buenas sensaciones llegarán.
No se puede explicar mas claro,gracias por los consejos,un saludo Eugeni.
ResponderEliminarGran articulo que nos aporta perspectiva y visión a largo plazo.
ResponderEliminarMe siento identificado con las sensaciones de no lograr los
ritmos preestablecidos A menudo olvidamos que el entreno es precisamente
un progreso , un camino de mejora que hay que recorrer en su integridad
para recoger los frutos. Enhorabuena por el articulo.
Los canarios sabemos eso bien, por eso siempre decimos que las marcas hay que buscarlas en la península. Pero el entrenamiento en verano endurece, como si entrenáramos en altura.
ResponderEliminarNo sabes lo bien que me vienen tus palabras, en Pamplona no hace tanto calor en verano pero hay mucha diferencia con las temperaturas de invierno, yo también voy a Valencia y también me siento de momento rodando por debajo de mi nivel, tendremos paciencia
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