martes, 11 de enero de 2011

Los tres pilares del atleta

La culpa de mi mal resultado en la carrera del domingo, es sin duda la consecuencia de una serie de factores que han hecho que mi estado de forma baje.
Desde mi punto de vista, y supongo que desde el de cualquier entrenador, el rendimiento de un atleta se apoya en tres pilares básicos. Puede ser que hayan más, pero estos tres son fundamentales. Sin ellos, un atleta no puede ofrecer todo su potencial.
Los nombro por el orden de importancia que para mí tienen:

1-El entrenamiento:
Sin un entrenamiento bien planificado, el atleta jamás conseguirá conquistar los objetivos por los cuales se sacrifica y lucha cada día.

2-El descanso:
Con el descanso nuestro cuerpo se recupera del trabajo al que le hemos sometido, por lo que una buena recuperación hará que nuestro organismo asimile el entrenamiento, lo que se verá reflejado en la mejora de nuestras marcas. Una buena recuperación hace también que evitemos muchas lesiones. En cambio, si no descansamos bien, en vez de asimilar el entrenamiento, acumulamos fatiga, con lo que nuestro rendimiento disminuye y aumenta el peligro de lesión.

3-La alimentación:
Una buena alimentación puede hacer que rindamos mucho mejor entrenando y compitiendo, por el contrario una inadecuada alimentación mermará mucho nuestras posibilidades.

Durante estos dos últimos meses yo no he podido conciliar estas 3 normas.
El entrenamiento ha sido una anarquía total, incluso muchos días no he entrenado.
El descanso, nulo, llevo más de 2 meses sin saber lo que son 6 horas seguidas de sueño.
La alimentación, me he despreocupado bastante.
Como os estaba diciendo, lo del domingo no fue una mala carrera, sino la consecuencia del mal funcionamiento de los 3 pilares fundamentales en los últimos 2 meses.
Lo de la falta de motivación, es un hecho colateral a consecuencia de todo lo demás.
Supongo que si vuelvo a tener más hijos, en los primeros meses, estos tres pilares se irán a tomar…, pero mientras que sea por eso, por mi encantado.
Es algo bastante extraño y quizá no lo entendáis, pero a mi personalmente este tipo de situaciones me motivan. Cada cierto tiempo, verme muy lejos de mi mejor estado de forma, me crea una motivación extra, es algo así como que, necesito tocar fondo para después perseguir la luz con más fuerza que antes.
Ahora mismo no estoy para nada desmotivado, tengo muchas ganas de empezar hoy con mi nuevo entrenamiento, y marcarme nuevos objetivos de cara a la temporada 2011.