jueves, 28 de abril de 2011

Tengo poco que contar

Estos días pasados no he escrito nada, tengo poco que contar. Además, lo poco que tengo que contar no es demasiado bueno.
El pasado martes, después de estar casi 3 meses sin hacer series, decidí hacer algo con un poco más de intensidad.
Me decidí por unas pocas series de 400 sobre 1:10-1:12. Vamos, nada del otro mundo.
Las primeras series fueron perfectas, el problema llegó a la mitad del entrenamiento. El dolor de espalda volvió, siendo incluso más fuerte que las semanas pasadas y con el añadido de que me dolían los isquiotibiales y el tendón de Aquiles.
Al llegar a casa no podía más, incluso en reposo el dolor era considerablemente fuerte.
Entonces me quité la venda de los ojos y asumí que estaba lesionado, tenía que parar y recuperarme de una vez.
Lo primero que hice el mismo martes fue buscar a un fisio.
Hacía más de 10 años que no iba a uno, de normal las lesiones se me iban con hielo, estiramientos, o con algún antiinflamatorio o crema, pero esto ya se pasa, son casi 3 meses.
El miércoles pasado, fui a la primera visita.
Le comenté todo el dolor que tenia y que llevaba tiempo sin poder correr de la manera que yo me encuentro a gusto. Es decir levantando rodillas, alargando zancada... algo me impedía hacer un correr más circular.
Después de mirarme, lo primero que detectó fue que la cadera derecha la tenía fuera del sitio, y por eso, entre otras cosas, no podía desarrollar una buena biomecánica de carrera. También me desbloqueó la espalda.
Me comentó que tenía los isquiotibiales y los gemelos muy acortados (y yo creía que no).
Con cada manipulación que me hacía en las piernas o en la espalda el dolor era insoportable.
Resumiendo, el fisio me comentó que si pretendía seguir entrenando con la misma intensidad.
Debo elegir, o hago muchos estiramientos y acondicionamiento físico general, o esto es una bomba de relojería, que tarde o pronto explotará con una lesión muy seria.
Y llegamos a la misma historia de siempre, si en muchas ocasiones para poder conciliar 1 hora de entrenamiento (solo correr) con la vida familiar y con el trabajo, hay que hacer auténticos marabalismos, pues imagínate añadirle una hora más para gimnasia y estiramientos.
Yo por mi parte intentaré estirar después de cada entrenamiento unos 5 min, y gimnasia si algún fin de semana me sobra algo de tiempo también haré, y hasta donde llegue habré llegado. Tampoco me voy a fustigar.
Ahora mismo después de estar una semana con ejercicios de rehabilitación, y haciendo ejercicios excéntricos con la ayuda del fisio para intentar estirar la musculatura, estoy un poco mejor, pero bien del todo tampoco me encuentro.
Y así estoy sin entrenar una semana, y hasta que no esté perfecto no voy a volver a entrenar. Aunque algunos días, saldré a rodar suave para ver si evoluciono.
Lo que está claro es que 3 meses más con dolor, no voy a estar.