jueves, 24 de marzo de 2011

Con los pies llenos de barro y con la cabeza llena de preocupación


Hoy a salido un día gris y con lluvia igual que casi toda la semana.
A las 14:00 he ido al río a entrenar, he rodado más lento que ayer, el dolor sigue igual o más. Es una pena porque en días como hoy con suave lluvia, disfruto mucho rodando.
La verdad es que hecho de menos hacer series, los rodajes salvajes, en fin, todo tipo de entrenamientos fuertes.
Aunque me cueste aceptarlo voy a tener que parar y recuperarme.
Si os soy sincero en este momento en lo que menos pienso es en recuperarme para correr, lo que más me importa es poder llevar un día a día sin molestias.
Llevo toda la tarde con dolor, ahora mismo mientras escribo esto me duele bastante.
La verdad, me está asustando un poco.
No voy a dejar de entrenar, voy a ir a nadar y haré elíptica, pero de correr voy a parar.
De todas maneras voy a intentar todo tipo de remedios que estén en mi mano, para volver a correr lo antes posible. Pero esto no puede seguir así, la cosa ya va camino de los dos meses.

Todo bastante tranquilo

El día de ayer fue bastante tranquilo, mi idea era la de ir a la piscina y hacer un poco de natación, para fortalecer un poco la espalda y de paso evitar salir a correr por la calle con el día de perros que hacia.
Pero al final, la cabra tira al monte, no me pude resistir, me puse el cortavientos y me fui dirección Pinedo a correr por la playa hasta el Saler.
Cuando iba a tomar dirección hacia la playa de Pinedo, decidí bajar por el río. El aire era muy fuerte y entrenar en la playa pensé que seria una locura.
Una vez en el río me tropecé con Arturo y Carlos, rodamos juntos y al final volví a mi casa atravesando toda la ciudad.
Me salieron más o menos unos 20 kilómetros. El ritmo fue muy relajado, sobre 4:30, no puedo correr más rápido porque el dolor de espalda sigue ahí.
Se que no es lo correcto seguir entrenando, pero prefiero rodar aunque sea despacio, que no hacer nada.
Hoy igual saldré a rodar, empezaré sobre 5 y a ver que pasa.