jueves, 6 de junio de 2013

EL REGRESO

A estas mismas horas, tal día como hoy hace un año estaba tumbado dentro de un quirófano. En esos momentos como todos comprenderéis solo pensaba en recuperar mi salud,  pero os aseguro que cuando todos los médicos me decían que se había acabado el hacer deporte, había algo muy dentro de mí que nunca llegó a perder la esperanza.
Recuerdo que esas noches en el hospital cuando me dormía, en todos mis sueños me veía corriendo. Curiosamente un sueño que se me ha repetido mucho durante este año. El sueño era que salía en una carrera pero nunca llegaba a la meta, ni la encontraba, supongo que  debe ser algún mensaje raro del inconsciente.
Ahora echando la vista atrás y haciendo un poco la cronología de mi recuperación, yo la dividiría claramente en dos partes, la primera la psicológica y la segunda la física.
La parte psicológica está claro que es un proceso largo y de hecho creo que no estaré recuperado hasta dentro de mucho tiempo.
Pero la parte de la aceptación,  saber que todo había cambiado, que nada volvería a ser como antes fue muy dura.     
Recuerdo que pasó mucho tiempo hasta que pude volver a entrar en una tienda de deportes, más o menos hasta mitad de agosto.
Las camisas de las carreras las escondí todas, no tuve valor de ponerme ninguna.
También recuerdo los días previos a los Juegos Olímpicos de Londres, ansiaba verlos, pero el dolor era tan fuerte de pensar que ya no podía hacer deporte que hasta el último momento tuve dudas de si quería verlos, al final la pasión  por el atletismo fue mayor que mi frustración.
No fue un verano fácil el del 2012, tenía prohibido cualquier esfuerzo físico, hasta incluso poder jugar con mi hija. Solo me estaban permitidos paseos tranquilos.
Poco a poco fui aceptando mi nueva situación, hasta que llegó septiembre.
Con la idea totalmente hecha de que mi época como atleta se había acabado y habiendo superado un difícil proceso de aceptación, el día 19 de septiembre me presenté en el cardiólogo. Para mi sorpresa las pruebas salen positivas, después de dos operaciones se había solucionado el problema, había un 95% de probabilidades de que no pudiera correr, pero yo por increíble que parezca estaba en el 5% en que la recuperación había sido total.
A partir de ese momento empiezo mi recuperación física, con 9 kilos de más empiezo a correr a las pulsaciones pactadas por el equipo de cardiología, tendría que correr a las pulsaciones que me indicaran hasta el 19 de diciembre, como todos entenderéis el corazón no es una rodilla y querían asegurarse  que todo estaba bien antes de darme luz verde para poder volver a correr una carrera.
El día 19 de diciembre las pruebas vuelven a ser mejor de lo que se esperaban.
Siempre recordaré cuando el cardiólogo me dijo: “puedes volver a competir, las probabilidades que te pase algo son las mismas que las que pueda tener cualquier persona sana”.
Fue el mejor regalo de la Navidad. 
Y así empecé el 2013 con un poco de miedo, algo que supongo que siempre lo tendré, eso sí, con muchas ganas de volver a correr una carrera.
Como os dije en el anterior post las primeras semanas fueron muy bien, pero cuando empezó febrero los dolores de piernas y sobre todo de abductores eran insoportables.
Mi cuerpo no podía  entrenar como antes.
Durante febrero, marzo y abril el dolor no me deja correr.
A finales de Abril poco a poco vuelvo a intentar correr, por suerte pasan los días, acumulo entrenamientos y no aparece ningún dolor. Y así  llegamos al momento en el que me planteo mi regreso a las carreras. A principios de mayo mi decisión ya es firme, quiero volver independientemente del ritmo al que vaya. Como os comenté lo tenía decidido, debutaría en junio.
La distancia por la que en un principio quería empezar era por un 10k, como todos entenderéis mi nivel no es el que era y aventurarme en distancias mayores me da un poco de respeto, de todas maneras al final ha podido más el corazón, nunca mejor dicho, que la razón. Habían opciones de correr 10k en junio pero claro, poder volver a debutar como corredor por las calles de Valencia ha pesado más que todo lo otro.
Tanto esperar y ahora por fin ha llegado la hora de volver.
El día 15 de junio tomaré la salida del 15k nocturno de Valencia. Ha pesado mucho para que me decidiera por esta carrera que su circuito coincida con algunos tramos del maratón.
Quiero dejar bien claro que no tengo ni de lejos el nivel que tenía antes del incidente,  pero aun así para mí será uno de los mejores días de mi vida.

Cuando este verano estaba viendo la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, recuerdo que al salir el equipo de Gran Bretaña, sonó la canción Héroes de David Bowie, mientras lo veía  pensé: “si yo fuera un atleta y me ponen esa canción, me dejo la vida por conseguir una medalla”.   
Está claro que el sábado 15 de junio, no voy a conseguir ninguna medalla, ni lucharé por los puestos de delante, ni siquiera me acercaré a los ritmos en los que competía, pero me voy a dar el gusto  y cuando esté de camino a la carrera, me pondré los cascos y escucharé esa canción, después de haber comido tanta mierda creo que me lo merezco.
Un abrazo amigos y ahora sí, nos vemos el día 15 a las 22:00 horas.