lunes, 29 de febrero de 2016

Un circuito que no piensa en Maratón.




Me acaban de pasar el listado de carreras del circuito diputación de Valencia 2016.
Entiendo que a todos los pueblos de vez en cuando les tiene que tocar que su carrera esté dentro. 

Desconozco quién es el encargado de hacerlo, pero desde hace unos años la cosa ha ido de mal a peor, los circuitos de Diputación que yo recuerdo eran una maravilla al lado de esto, cada año es más feo (por lo menos a mí me lo parece), con menos premios y lo que es peor, atenta directamente contra los intereses de todos aquellos que estemos preparando el maratón de Valencia. 

Lo primero, dos media de golpe, (hay más medias en Valencia para que tengan que hacer eso).   Ya cuesta recuperarse de una media, pues...dos seguidas. 

Y las tres últimas carreras, para los que estemos liados con el maratón nos tenemos que olvidar de ellas, chocan directamente con la preparación. Por lo que solo te puedes permitir un fallo en las anteriores, (puntúan 8).  Es decir, si preparas el maratón y la media de Valencia y no quieres cagarla, hasta el gran fondo de Paterna puedes participar, después debes de abandonar el circuito. 

Pensando que la mayoría de corredores que corremos diputación somos fondistas y muchos tenemos como objetivo la media y el maratón, les pido a los que se encargan de diseñar este calendario que para próximos años no empiecen en abril el circuito, adelántenlo a febrero por ejemplo.   Les aseguro que por falta de carreras no será.

martes, 9 de febrero de 2016

Nike Huarache

Ayer dando una vuelta y mirando varios modelos de zapatillas me encontré con un modelo que me trajo grandes recuerdos. Seguramente a todos los que en el siglo pasado y más concretamente en las décadas de los 80 y 90 eran corredores (todavía no éramos runners) se acordaran de ellas.
Las Nike Huarache, recuerdo que en un viaje a Andorra en 1991 me las compré o mejor dicho me las compraron mis padres. Me viene a la mente que las miraba como si fueran dos naves espaciales, por su aspecto futurista recuerdo que flipaba cada vez que las miraba.
Para que os hagáis una idea las Nike Huarache son la versión primitiva de las Nike Flyknit. Fue el primer modelo de Nike que se adaptaba como un calcetín, llevaba una especie de neopreno que proporcionaba un ajuste perfecto al pie.
Su nombre “Huarache” viene inspirado por unas sandalias mexicanas que pusieron de moda los hippies en los años 60. Una pena que los modelos actuales no estén pensados para la práctica del running, aunque mucho me temo que me acabaré comprando unas.


Elegir zapatillas running | Cómo elegir zapatillas de correr

En este video doy algunas pautas sobre cómo elegir las zapatillas de correr.
Espero que os sirva de ayuda.


martes, 8 de abril de 2014

Remar contra uno mismo



Puede ser que algunos os preguntéis que ha sido de mí, o posiblemente no, la verdad es que eso importa poco, la cuestión es que vuelvo de nuevo al blog y quiero publicar un post para explicar un poco mi situación
Pues sí, el maratón quedo atrás, el invierno también y sin darse cuenta ya estamos otra vez en primavera. 
Después del maratón, no os voy a mentir, la saliva con sabor a decepción tardó bastante en desaparecer de mi boca, de todas maneras las ganas y la motivación por seguir entrenando en ningún momento las perdí.
Una vez finalizado el merecido descanso después del maratón, tenía muchas ganas de entrenar, pero ningunas de pegarme los madrugones de entrenar a las 5:30 A.M. como había estado haciendo en los meses previos al maratón.
Así pues, seguí entrenando en otro horario, al cambiar de hora, también  reduje el tiempo para entrenar.
Mientras tanto mi  hija pequeña que en los próximos días cumplirá un año, cada día que pasaba dejaba de ser más bebe, con lo que ya no estaba tumbadita sin rechistar como en sus primeros meses.
Muchos días al llegar a casa después del trabajo, cuando cruzaba la puerta de casa me encontraba y todavía me sigo encontrando, a las dos niñas montando una guerra civil y como es lógico no puedo decir:”Me voy a entrenar, ya te apañas con ellas”
Y así, poco a poco, mi tiempo para entrenar se fue reduciendo a cero.
Primero fui perdiendo días, después semanas, así hasta meses, en febrero entrené muy pocos días y en marzo solo fueron 3.
Mi horario laboral (que no tiene nada que ver con el atletismo), el trabajo como entrenador de mi grupo de entrenamiento, y por supuesto ser padre,  me han llevado a una situación en que mi tiempo libre es prácticamente cero.
Para nada me quejo, me gusta poder disfrutar de mis hijas todo lo que puedo, es la vida que he querido tener, aparte como entrenador estoy viviendo el atletismo de una manera muy apasionante, es más, creo que  mi “yo” entrenador está a la par con el de atleta o incluso más.
A pesar de todo lo que os he comentado, sigo queriendo volver a sentirme atleta, soy consciente de que la edad no perdona y dentro de poco la biología ya no me dejará  mejorar mis registros.
Calculo que como máximo me quedarán más o menos unos cuatro años para seguir intentándolo, pero no importa, acepto las reglas del juego. Cuando tuve la oportunidad de intentar llegar a ser un atleta de élite, decidí no coger ese camino.
Lamentarse ahora por las pocas temporadas que me quedan para mejorar y por no llegar a conseguir mis anheladas marcas sería una estupidez, ahora bien, lo cortés no quita lo valiente, correr ha sido, es y seguirá siendo mi vida.
Mis circunstancias personales en la actualidad hacen que me sea muy complicado poder llevar el entrenamiento requerido para poder estar delante en las carreras e intentar batir mis marcas.
Una de las pocas cosas que me ha enseñado la vida, es que muchas veces lo mejor es adaptarse a las circunstancias que nos van surgiendo , me viene a la cabeza un poema de Walt Whitman, en el que dice: “Remar contra uno mismo puede convertir nuestra vida en un infierno” . Pues eso, no quiero luchar contra mis circunstancias para volver a ser el corredor que era, sino intentarlo adaptándome a ellas.
En el próximo post, explicaré como he empezado a llevar esa readaptación y cuales son mis próximos objetivos.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Blog, maratón y una mirada al futuro.


BLOG

Después de una larga inactividad en mi blog, hoy quiero empezar una nueva etapa.
Recuerdo que en una de mis anteriores sequías de publicación de artículos dije que no siempre había cosas que contar en un blog. Esta vez no ha sido igual, desde mi último post en agosto hasta aquí sí ha habido muchas cosas sobre las que escribir. 
Por desgracia nuestro tiempo y energía no son ilimitados por lo que he tenido que priorizar.
A principios de julio empecé a dirigir la preparación de un numeroso grupo de atletas para el maratón de Valencia de manera muy concienzuda.
En el mes de agosto fui Blogger oficial de RTVE  (Teledeporte) en los mundiales de atletismo de Moscú. A esto hay que sumarle el tiempo para mi familia, mi horario laboral de lunes a sábado y por supuesto a pesar del escaso tiempo libre del que disponía, tuve que autoentrenarme, soportando el cansancio físico y mental que conlleva la preparación de un maratón.
Como entenderéis no podía permitirme ningún tipo de fuga de energía ni de concentración si no quería que la vida me pasara por encima, aunque a veces tengo la sensación de que sí me ha pasado. Por ello debía de postergar algunas cosas y entre ellas estaba el blog.
Durante este tiempo mi único medio de expresión ha sido a través del Twitter, me encanta escribir y a pesar de que muchos opinan que vivimos en la época post-blog, me gustaría volver a retomar mis artículos,  por la simple razón de que me gusta escribir en él.
Dicho esto espero que no hayan futuros paréntesis de tanta duración en la publicación de post, por eso a partir de ahora quiero mantener vivo el blog.

MARATÓN

Como os he dicho antes esta vez sí  he tenido muchas cosas que contar, es una pena que no pueda detenerme en detalles, se haría muy largo, por lo que voy a hablar directamente de la carrera de maratón que corrí el 17 de noviembre.
Esta vez todo era diferente a mis anteriores 4 maratones, los días anteriores a la carrera estaba muy tranquilo. Conforme se acercaba el día 17 me sorprendía lo relajado que me encontraba. En mis otros maratones me subía por las paredes los días previos.
Este maratón era diferente a todos los demás, era mi reaparición en los 42 kilómetros después de todo lo que me había ocurrido, con lo que llevaba una carga emocional añadida.
La noche del 17 dormí perfectamente, a las 6 de la mañana sonó el despertador, sin prisa y sin desayunar me desplacé hasta a la zona de la carrera.  
En mi cabeza como había dicho las semanas anteriores sólo existía un objetivo: bajar de 2h:30 min. 
En mi preparación no había hecho entrenamientos para enmarcar, pero sí como para tener la confianza suficiente de que a 3:30-32 por kilómetro podía correr 42k sin problemas.
Por lo que decidí arriesgar pero con la suficiente cautela para poder lograr mi objetivo. Sin tener que asumir un riesgo demasiado elevado, opté por no seguir a un grupo de corredores que iban a pasar la media maratón en 1h13min.
Antes de salir tuve la suerte de poder hablar con José Luis Arenas y Alberto Fernández, ellos llevaban la misma idea que yo, bajar de 2.30, pero  pasar la media a 1:14.
En los primeros kilómetros era muy tentador acelerar un par de segundos e ir con el grupo de delante, pero hicimos lo correcto y nos mantuvimos a nuestro ritmo.
Mis sensaciones eran buenas pero no corría del todo tranquilo, me faltaba la confianza que tenía  antes, esa seguridad en mí mismo que me hacía tirar sin miedo en las carreras.
Los primeros kilómetros íbamos José Luis, Alberto, un ucraniano y yo.
Todo iba perfecto hasta que en el 15 empecé a notar un poco de dolor de estómago.
Por un momento tuve miedo de quedarme desenganchado del grupo, pero José Luis se percató del mal trago que estaba pasando, se puso delante y me dijo que me relajara detrás de él. Así lo hice, me puse detrás de José Luis y Alberto, y a los pocos metros ya estaba recuperado.
La carrera transcurría con normalidad, yo iba sumando kilómetros a 3:32 y me encontraba perfecto.
Al paso por la media maratón todo iba bien, el tiempo era el que quería 1:14:10,  los kilómetros iban cayendo y seguía encontrándome increíblemente bien. Pasado el kilómetro 27 me dije:”Bueno, ahora sólo hay que llegar al final de la Avda. Burjassot, giramos en el Bioparc y está todo hecho”.
Cuando pasé por el kilómetro 33, lo tenía claro, mi sueño de bajar otra vez de 2:30 iba a volver hacerse realidad, estaba seguro, me encontraba muy bien y con ganas de apretar más fuerte.
Tenía muy claro que no me iba a descolgar del grupo, pero en ese momento, al hacer el giro hacia la Avd del Cid, en el avituallamiento del 35, un dolor increíble de flato  me cogió en medio de la espalda, era tan fuerte que me ahogaba, no podía respirar, no me entraba aire, era como si me hubieran clavado un puñal en la espalda.
Me paré, nunca olvidaré la imagen del grupo yéndose, con ellos se iba mi marca.
Las personas para tener un proceso de toma de decisiones recuperando  recuerdos, necesitamos un tiempo y un esfuerzo, para poder recordar y decidir.
Es increíble y no deja de sorprenderme como en cuestión de décimas de segundos en una carrera uno es capaz de llevar a cabo ese proceso.
Os digo esto porque en el momento en que me paré y les dejé ir, me dije: ”Adiós, se acabó” , pero en unos segundos y aún con fuerte dolor en la espalda pude volver a correr, poco a poco el dolor me fue dejando correr, pero para entonces el grupo ya casi ni lo veía.
Fue entonces cuando empecé a recordar que una vez escuché a un entrenador de maratón japonés, que decía que sus pupilos jamás tiran la toalla aunque se descuelguen del grupo, ellos están entrenados para intentar volver a conectar con el grupo. Entonces pensé: “Yo también puedo” Todos estos procesos mentales son décimas de segundo.
Cambié de ritmo y al mirar el gps me di cuenta que estaba parado, no hice ni caso, mi misión era tirar tan fuerte como pudiera. Al llegar a la altura de la calle colón empecé a acercarme al grupo. Por lo que pude calcular no me cabe ninguna duda que corría por debajo de 3:20, no iba a parar hasta cogerles. Al llegar al edificio de la ópera, es decir a la bajada al río, ya los tenía, pero otra vez el flato en la espalda me dejó sin poder moverme. En ese momento sí que tiré la toalla, sin apenas poder respirar hice los últimos 800 metros, totalmente abatido. Al encarar la meta y ver que marcaba 2:29:47, me dejé llevar. Al final entré en 2:30:15.
Fueron unos segundos que no olvidaré nunca, no sentía rabia, sentía tristeza, me había encontrado tan bien, era tan injusto... En fin, pasé un mal rato pero después, a las 2 horas más o menos ya había pasado página, no quise pensar en ello, sólo pensar en todo lo que el futuro me deparará.

Uno de los momentos más decepcionantes que he vivido



UNA MIRADA AL FUTURO

Una vez pasadas unas horas y con la distancia suficiente  hice una reflexión desde el análisis objetivo y no desde las emociones. Me sentí muy feliz, había corrido el maratón muy fácil, al cruzar la meta no tenía la sensación de haber finalizado un maratón, estaba perfecto y no me dolía nada ni tenía el cansancio propio de los 42k.
La reflexión que me hice fue: “No has bajado de 2:30 por el flato, sólo por eso, si no hubieras tenido flato, hubieras bajado de 2:30, con facilidad y sin excesivo esfuerzo, todo lo contrario que en  2011”.  Es el maratón que mejor he acabado, al día siguiente no me dolía nada.
Hay que sumar que prácticamente era mi tercera competición seria desde mi reaparición,  durante la preparación sólo había competido en siete aguas y el día de la media maratón, las otras dos carreras las había aprovechado para entrenar.
Ahora mismo tengo la cabeza llena de sueños e ilusiones, hace un año por estas fechas estaba corriendo a 6, en estos momentos tengo la sensación que puedo correr mucho más rápido que antes. Está claro que hay que vivir el presente, pero si no tenemos ilusiones por cumplir sueños, nos convertimos en muertos vivientes que vivimos por inercia. Todo lo que os he contado y más que os iré contado, me hace pensar una cosa, estoy seguro que mi mejor maratón está por venir.



miércoles, 7 de agosto de 2013

Calor, humedad y maratón.



Una de las frases que más oigo en los últimos días es: ``No me salen los entrenamientos, no se que me pasa... ´´.
Para los que hemos decidido correr un maratón en otoño, en mi caso el de Valencia, el mes de agosto no es sinónimo de descanso, sino de entrenamiento. Está claro que ni el kilometraje ni la intensidad van a ser como en septiembre o en octubre, pero bien es cierto que estamos totalmente metidos en harina.  
No os quiero soltar una parrafada de datos, de cómo el calor afecta al atleta, ni cómo nos puede afectar el porcentaje de líquido que perdemos en cada entrenamiento, si queréis saber datos de ese estilo sólo tenéis que buscarlo en la red y os aparecerán  un montón de estudios al respecto.
Yo os voy hablar de mi  experiencia al respecto como atleta y entrenador.
Seguramente todos conocemos a alguien a quien los entrenamientos en verano le salen bien a pesar de las condiciones climáticas, pero a la gran mayoría que entrenamos en la ciudad de Valencia, el calor y la humedad nos afectan mucho.
Recuerdo perfectamente que el verano de 2011, en estas mismas fechas, no conseguía sacar ningún entrene a la perfección. Al principio pensé que algo estaba  haciendo mal, pero decidí no hacer caso al crono ni a las sensaciones, tenía claro que lo que estaba haciendo era lo correcto. Durante todo el mes competí fatal, no me salió ningún entrenamiento al ritmo que me había marcado. Aun así me mantuve firme. No os voy a engañar, en algún momento llegué a pensar que estaba tirando todo por la borda.
En septiembre dos cuartos de lo mismo, recuerdo un largo rodando a 4´30´´ en el que iba totalmente muerto.
Las competiciones me empezaron a salir un poco mejor, lo que me sirvió para recibir un poco de feedback positivo y seguir con la motivación en los entrenamientos, pero los entrenes seguían igual de mal.
Llegó octubre y las temperaturas, aunque no mucho, bajaron. A partir de ahí empecé a notar que en los rodajes  podía correr de 10 a 20 segundos más rápido por kilómetro; con las series pasó lo mismo, no tenían nada que ver con las de agosto o septiembre. Todo parecía que iba cogiendo forma.
Unos días antes de la media maratón de Valencia, las series y los rodajes salían mejor de lo que me había programado para esa fecha.
Estaréis pensando: “toda esta parrafada... ¿para qué?”.
Os cuento esto para que todos los que estéis preparando el maratón sepáis que las condiciones climatológicas nos pueden afectar mucho, no me canso de repetirles a mis atletas que mantengan la calma, que es normal que no salga nada con tanto calor y humedad.
Escuchar vuestro cuerpo y cumplir con los kilómetros, pero  no  os preocupéis si los ritmos no os salen tal y como los teníais marcados.  
El maratón es una prueba donde no se puede alcanzar la excelencia en cada uno de los entrenamientos, el truco para los 42 kilómetros está en acumular entrenamientos correctos y no perder kilómetros ni días de entrenamiento por hacer burradas.
Me he decidido a escribir este post porque yo mismo estoy ahora haciendo entrenamientos por debajo de mis expectativas, pero soy consciente de que si cumplo con los kilómetros y consigo encadenar día a día un entrene detrás de otro, cuando llegue el día todo saldrá.
Ir con cuidado, el maratón se corre en noviembre, no en septiembre ni en octubre. Así que estar atentos a las señales que os envía el cuerpo y no tengáis prisa por coger el punto de forma, si vuestro entrenamiento está bien estructurado estar tranquilos, que los tiempos y las buenas sensaciones llegarán.

lunes, 15 de julio de 2013

La vitrina de los trofeos


Como os dije, el sábado corrí  los 10k de Albal.
No me lo tomé como una competición pura y dura, de todas maneras mi intención sí era la de forzarme para correr fuerte.
La carrera empezó con un ritmo demasiado fuerte para mí, salimos a 3:17 el primer kilómetro, con el agravante de la equivocación de la moto que abría  carrera,  nos desvío por una calle que no era y tuvimos que retroceder unos metros atrás, fue muy molesto ese giro en seco.
El segundo kilómetro a 3.22, el tercero a 3:30.
A partir de ahí empecé  a pagar el ritmo inicial y tuve que dejar irse al grupo de corredores con los que iba. Empecé a ver kilómetros a 3:40, pero no podía más, tenía una sensación de asfixia que era muy molesta, entre la alta humedad y los 36 grados, se me hacían eternos los miles.
En el kilómetros 7 empezó a molestarme mucho el pulsómetro, nunca me había pasado, desde que he vuelto jamás me lo he quitado, es mas, si algún día no lo he tenido no he salido a entrenar.
Pero en serio, llegué a agobiarme hasta tal punto que dije: “a tomar”, y me lo quité.
A partir de ese momento me noté que respiraba mucho mejor y pude volver a correr por debajo de 3:40.
La verdad es que decidí quitarme el pulsómetro porque no había llegado a 160 pulsaciones en toda la carrera y como por el cansancio tampoco podría correr mucho más rápido, consideré que no pasaba nada.
Al final 6º de la general y 3º de mi categoría, el tiempo 35:45, pero eso es lo de menos, con el calor el crono me da igual.
Lo que más valoro es subir a un podium en la segunda carrera de mi nueva etapa, si en el mes de enero me hubieran dicho que en mi segunda carrera subiría a por un trofeo, no me lo hubiera creído. Al final las sensaciones en carrera muy malas, pero muy satisfecho por poder abrir después de una año otra vez la vitrina de los trofeos.  


Laura ya había subido a por trofeos con papa, Ana se estrenó el sábado.

 Clasificación: 


viernes, 12 de julio de 2013

Empieza la fiesta

Mañana sábado vuelvo a correr otra carrera. Hubiera  ido a correr la de Chiva, pero el 10k de Albal, es una carrera que hice en el año 2011  como preparación en mi camino al maratón, y este año si puedo quiero repetir las mismas carreras.
Tengo muchas ganas de correrla, aunque soy consciente de que no puedo estar delante por la simple razón de que aun no he entrenado ritmos para competir, pero bueno, he hecho el trabajo que tenía que hacer hasta ahora y ya llegarán los ritmos más intensos.
De todas maneras ahora sí tengo la sensación de que empieza la fiesta, la carrera de mañana es para mí el pistoletazo de salida a mi preparación para el maratón de Valencia 2013.
Este verano sea a un ritmo u otro, sea tipo entrenamiento o competición, pienso correr casi todas las semanas alguna carrera.
Para mí el verano es, ha sido y será siempre sinónimo de correr carreras populares.
Para la carrera de mañana no voy a descansar, hoy cumpliré con el entrenamiento que tengo marcado, en realidad lo de mañana lo veo más como un entrenamiento que como una competición.
Espero que no nos apriete mucho el calor aunque de  todas maneras, que queréis que os diga, para mí el calor tiene su punto: entrenar sin camisa por la carretera del Saler o por el río hasta acabar  “socarrao”, llegar a casa, abrir  la nevera y verla llena de bebidas isotónicas cada una de un color, hacer entrenamientos a horas intempestivas para poder correr un poco más rápido...ufff eso es la salsa de este deporte.
Lo pienso y me gusta, supongo que debe ser  porque el año pasado no pude disfrutar de eso (seguramente a mitad de agosto me estaré arrepintiendo de estas palabras...jajaja).
Os dejo este video, me parece brutal, al ver este tipo de videos me doy cuenta de lo que me apasiona el atletismo en su estado más puro, nada de mezclas raras.