Puede ser que algunos os preguntéis que ha sido de mí, o
posiblemente no, la verdad es que eso importa poco, la cuestión es que vuelvo
de nuevo al blog y quiero publicar un post para explicar un poco mi situación
Pues sí, el maratón quedo atrás, el invierno también y sin
darse cuenta ya estamos otra vez en primavera.
Después del maratón, no os voy a mentir, la saliva con sabor
a decepción tardó bastante en desaparecer de mi boca, de todas maneras las
ganas y la motivación por seguir entrenando en ningún momento las perdí.
Una vez finalizado el merecido descanso después del maratón,
tenía muchas ganas de entrenar, pero ningunas de pegarme los madrugones de
entrenar a las 5:30 A.M. como había estado haciendo en los meses previos al maratón.
Así pues, seguí entrenando en otro horario, al cambiar de
hora, también reduje el tiempo para
entrenar.
Mientras tanto mi
hija pequeña que en los próximos días cumplirá un año, cada día que
pasaba dejaba de ser más bebe, con lo que ya no estaba tumbadita sin rechistar
como en sus primeros meses.
Muchos días al llegar a casa después del trabajo, cuando
cruzaba la puerta de casa me encontraba y todavía me sigo encontrando, a las
dos niñas montando una guerra civil y como es lógico no puedo decir:”Me voy a
entrenar, ya te apañas con ellas”
Y así, poco a poco, mi tiempo para entrenar se fue
reduciendo a cero.
Primero fui perdiendo días, después semanas, así hasta
meses, en febrero entrené muy pocos días y en marzo solo fueron 3.
Mi horario laboral (que no tiene nada que ver con el
atletismo), el trabajo como entrenador de mi grupo de entrenamiento, y por
supuesto ser padre, me han llevado a una
situación en que mi tiempo libre es prácticamente cero.
Para nada me quejo, me gusta poder disfrutar de mis hijas
todo lo que puedo, es la vida que he querido tener, aparte como entrenador
estoy viviendo el atletismo de una manera muy apasionante, es más, creo
que mi “yo” entrenador está a la par con
el de atleta o incluso más.
A pesar de todo lo que os he comentado, sigo queriendo
volver a sentirme atleta, soy consciente de que la edad no perdona y dentro de
poco la biología ya no me dejará mejorar
mis registros.
Calculo que como máximo me quedarán más o menos unos cuatro
años para seguir intentándolo, pero no importa, acepto las reglas del juego. Cuando
tuve la oportunidad de intentar llegar a ser un atleta de élite, decidí no
coger ese camino.
Lamentarse ahora por las pocas temporadas que me quedan para
mejorar y por no llegar a conseguir mis anheladas marcas sería una estupidez,
ahora bien, lo cortés no quita lo valiente, correr ha sido, es y seguirá siendo
mi vida.
Mis circunstancias personales en la actualidad hacen que me
sea muy complicado poder llevar el entrenamiento requerido para poder estar
delante en las carreras e intentar batir mis marcas.
Una de las pocas cosas que me ha enseñado la vida, es que
muchas veces lo mejor es adaptarse a las circunstancias que nos van surgiendo ,
me viene a la cabeza un poema de Walt Whitman, en el que dice: “Remar contra
uno mismo puede convertir nuestra vida en un infierno” . Pues eso, no quiero
luchar contra mis circunstancias para volver a ser el corredor que era, sino
intentarlo adaptándome a ellas.
En el próximo post, explicaré como he empezado a llevar esa
readaptación y cuales son mis próximos objetivos.
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